La historia de los Abipones| Roberto Lance: «En 1748 los jesuitas lograron un acuerdo para fundar una reducción con la imagen de San Jerónimo, qué le fue a dar el nombre»

Roberto Lance, historiador, habló acerca de la historia de los Abipones en la provincia y la región a través del tiempo.

En comunicación con Na’aqtaxanaxaq de Radio Nacional AM 620| FM 96.7, Lance comentó que «la comunidad arrancó con los jesuitas en el Gran Chaco y luego se fueron desplazando hacia el sur, has
Ya Santa Fe, donde se siguió formando reducciones». Redacción www.chacoenlineainforma.com

«Los jesuitas eran los guías, no sólo espirituales, sino que los organizaban socialmente y los llevaban a lo que el gobierno nacional pretendía», indicó, «en las reducciones, estas comunidades comenzaron a prosperar», relató el historiador.

Lance sostuvo que la comunidad posteriormente llego «a lo que actualmente es Reconquista, en 1748 los jesuitas habían logrado un acuerdo con el gobierno de Santa Fe para fundar una reducción con un santo que habían traído desde Europa que era la imagen de San Jerónimo, qué le fue a dar nombre a la reducción»

«Esta reducción, como el resto, rápidamente tuvo un crecimiento que no pasó desapercibido por los españoles que quisieron apoderarse, sobre todo de la parte económica, del oro y plata del que se hablaba», indicó Lance.

Por otro lado, explicó que «al desaparecer los jesuitas el gobierno español le da la potestad a los franciscanos, pero ahí se produce un problema porque la evangelización era totalmente distinta». «Los franciscanos no respetaron el idioma, los rebautizaban, cambiando sus nombres», afirmó el historiador.

«Por lo tanto, prefirieron retirarse al monte con sus creencias, hasta que apareció el brigadier López en Santa Fe, que tuvo un buen día y vuelta con los indígenas», dijo.

«Cuando vienen acá y se hacen cargo de esta tierra que les dio el gobernador, que pasa ser San Jerónimo por la imagen que ellos traían y Del Sauce porque era donde funcionaba esta posta que habilitaba el funcionamiento del camino», contó Lance, «comienza crecer una nueva población a la cual el gobernador López les prometió que se respetaba del idioma y pasaron a depender del gobierno provincial».

«Se les respetaba la religión y se les construyó una escuela y una iglesia», manifestó, «porque López sostenía que los jóvenes serían quienes guiarían el camino a las nuevas generaciones».